Controlar el coste de obra con el software SIQ Control

¿Cómo controlar los costes de obra sin perder el rumbo? La clave está en el presupuesto

En construcción solemos hablar de “el presupuesto de la obra” como si fuera uno solo. Pero en realidad hay varios, y cada uno cumple una función distinta: negociar con el cliente, firmar el contrato, calcular costes internos o controlar la producción.
El problema aparece cuando intentamos controlar la obra con el presupuesto equivocado. El resultado siempre es el mismo: desviaciones inesperadas y pérdida de margen.

En este artículo te explicamos cuáles son los presupuestos que se manejan en una constructora, cómo se tratan en SIQ Software, nuestro software de control de obras, y cómo se relacionan entre sí para tener el control económico real de tu proyecto.

La igualdad clave para controlar los costes de obra

El Presupuesto de Venta (PV), es decir, el importe que se acuerda con el cliente, se descompone en tres grandes bloques:

Presupuesto de Venta (PV) = Coste Directo (CD) + Coste Indirecto (CZ) + Margen Bruto (GG + BI)

Esta igualdad refleja que el precio de venta al cliente no es un número arbitrario, sino la suma de costes directos, costes indirectos y el margen bruto que necesita la empresa para cubrir sus gastos generales y obtener beneficio.

Presupuesto de venta

Es el presupuesto contractual que se presenta al promotor y que finalmente se firma en contrato.

  • Se compone de capítulos y partidas con mediciones y precios de venta.
  • Su objetivo es vender la obra, no controlarla.
  • Tras la negociación, se convierte en presupuesto de adjudicación, que marca el compromiso económico con el cliente.

Este presupuesto es imprescindible para facturación y relación contractual, pero no refleja lo que la empresa va a gastar internamente.
Durante el transcurso de la obra, suele sufrir modificaciones —nuevas mediciones, precios añadidos o eliminados—, por lo que es necesario llevar su seguimiento dentro del software para control económico de obras, que permite registrar cada cambio y mantener una trazabilidad completa.

Coste directo (CD)

El coste directo es el gasto estrictamente necesario para ejecutar las unidades de obra tal y como están definidas en el presupuesto.
Se descompone en precios unitarios, donde cada partida refleja materiales, mano de obra y maquinaria necesarios para ejecutarla.
Refleja el coste puro de construcción, sin añadir costes indirectos ni margen, e incluye todos los recursos que intervienen directamente en la producción: materiales, mano de obra directa, maquinaria y subcontratas.

El software de control de obras de SIQ permite comparar fácilmente los costes reales con los previstos, ayudando a detectar desviaciones y optimizar los recursos desde el primer momento.

Coste indirecto (CZ)

En SIQ Cost Control se trata como un capítulo más (Capítulo Cero) y, normalmente, es el de mayor importe económico.
Representa la previsión de todos los gastos necesarios para ejecutar la obra, pero que no se pueden imputar directamente a una partida concreta. Son costes generales de obra o de empresa: personal indirecto, instalaciones provisionales, seguridad, consumos, o gastos de oficina central.

Su correcta definición es esencial para evitar desviaciones ocultas y garantizar que el control económico sea realista. Un software para control económico de obras permite imputar y comparar mensualmente estos gastos, asegurando que los costes indirectos estén siempre bajo control.

Margen bruto (GG + BI)

El margen bruto es la previsión inicial de rentabilidad de la empresa:
Margen Bruto = Gastos Generales + Beneficio Industrial.

Por ejemplo:

  • Presupuesto de venta: 1.000.000 €
  • Coste directo: 700.000 €
  • Coste indirecto: 100.000 €
  • Margen bruto: 200.000 € (20%)

De esta forma, para controlar los costes de obra la empresa sabe qué parte cubrirá gastos generales y cuál corresponde al beneficio industrial previsto.

El control de costes en obra empieza mucho antes de imputar facturas o albaranes: empieza en la forma en que defines tu presupuesto de control.
Si no lo tienes, estás navegando sin brújula.
Si lo elaboras y lo usas con rigor, cada decisión —comprar, subcontratar o ajustar rendimientos— se apoya en datos fiables.

En SIQ Cost Control, el presupuesto de control es la base del sistema. Gracias a este software de control de obras, cada jefe de obra sabe en todo momento si su proyecto va en línea con lo previsto o si necesita corregir el rumbo.

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